Basándose en la tradición, los relojeros de Audemars Piguet han producido mecanismos con nuevas funcionalidades, una fiabilidad superior y un rendimiento óptimo con cada generación.
El tourbillon, desarrollado por Abraham-Louis Breguet en 1801, compensa el efecto de la gravedad en un reloj de bolsillo sostenido en posición vertical. Esencialmente, el principio de funcionamiento se ha mantenido idéntico hasta nuestros días: los órganos de distribución de la energía (rueda de escape y áncora) y el sistema de regulación (volante y espiral con curva Breguet) se alojan en una jaula giratoria que da una vuelta completa sobre su eje por minuto. Con su rotación, esta jaula permite anular las diferencias de marcha provocadas por el efecto de la gravitación.
Audemars Piguet tuvo un papel pionero en el desarrollo de los relojes de pulsera con tourbillon con el lanzamiento del primer reloj de pulsera de carga automática con tourbillon del mundo en 1986. Este tourbillon sigue siendo a día de hoy uno de los más pequeños que existen, con un diámetro de 7,2 mm. Este reloj de pulsera inició un nuevo camino en la relojería de alta gama, al reintroducir este mecanismo complicado.
Poco frecuente en la Haute Horlogerie, el tourbillon se ha mantenido como símbolo de la excelencia y el arte de la relojería, puesto que solo unos pocos relojeros disponen actualmente de la formación necesaria para alumbrarlo.
Año en que Audemars Piguet fabricó el primer reloj de pulsera de cuerda automática con tourbillon del mundo, el modelo 25643.
Número de segundos que tarda el tourbillon en completar una rotación, durante la cual compensa los efectos de la gravedad terrestre.
En 2006, la Manufactura lanzó un nuevo escape de impulso directo en el Tradition d'Excellence N° 5. El escape sirve para transmitir la energía desde el barrilete hasta el movimiento de una forma lineal y óptima. Inspirado en la creación de finales del siglo XVIII del relojero francés Robert Robin, el nuevo escape de Audemars Piguet combina el elevado rendimiento de un escape de impulso directo, que transmite directamente la energía de la rueda de escape al volante, con la fiabilidad de un escape de áncora suizo tradicional. Con su fusión, la Manufactura ha logrado reducir la pérdida de energía y eliminar la necesidad de lubricar las paletas del áncora. Estos avances técnicos han supuesto una mejora en la precisión de marcha, la estabilidad a largo plazo y la resistencia a los impactos.
Este nuevo escape también se distingue por la atípica construcción del órgano regulador, que no consta de un espiral sino de dos en posición invertida entre sí. Este órgano de doble espiral plana "en oposición" ofrece la ventaja de compensar automáticamente los posibles defectos de equilibrado y elimina la imprecisión ocasionada por la posición vertical del reloj sin necesidad de recurrir a un dispositivo complejo como un tourbillon.
Años de desarrollo para integrar este mecanismo en un reloj.
Porcentaje de menor consumo de energía del escape de Audemars Piguet en comparación con los escapes tradicionales.
Número de veces que el volante oscila por hora.
Delgadez extrema del reloj, de apenas 5,3 mm.
Diámetro de tan solo 7,2 mm, y uno de los tourbillons más ligeros con un peso de 0,123 g.
Garantizar la fiabilidad de un reloj de pulsera es uno de los retos más difíciles de la ingeniería relojera porque, a diferencia de un reloj de péndulo estático, el reloj de pulsera tiene que desafiar la gravedad, evitar los efectos de los movimientos, resistir los cambios de temperatura y soportar todo tipo de golpes e impactos.
Audemars Piguet ha abordado estos problemas de estabilización fijando el ensamblado de un segundo volante y espiral en el mismo eje. Introducido en 2016, este órgano regulador doble oscila en perfecta sincronía para ofrecer un mejor equilibrio y una mayor precisión. El doble volante también posee un valor estético: el corazón latiente del reloj está visible por ambos lados del movimiento, una característica extremadamente apreciada en la Haute Horlogerie actual.