El primer Royal Oak para mujer diseñado por una mujer, Jacqueline Dimier, vio la luz en aquellos tiempos donde convivían las crisis y la búsqueda de libertad. Dimier, en aquel momento directora de diseño de productos de Audemars Piguet, fue una de las primeras diseñadoras en ejercer un cargo tradicionalmente reservado a los hombres. Lo haría de 1975 a 1999.
01 junio 2022
En 1976, Jacqueline Dimier diseñó la versión femenina del Royal Oak, una creación a su manera tan revolucionaria y sorprendente como la original.
Para Audemars Piguet, este modelo fue el primer hito de una línea para mujer rica y variada que, desde entonces, ha dado lugar a creativas colaboraciones esqueleto rodiadas.
La creación de un objeto va mucho más allá del azar. Se deriva de los cambios culturales, políticos, económicos y sociales de una época. El Modelo 8638, la versión del Royal Oak para mujer, se lanzó en 1976, cuatro años después del reloj original. Los años 70 se caracterizaron por una inestabilidad notable. Supusieron el fin de los gloriosos años treinta, el periodo de crecimiento sostenido que siguió a la Segunda Guerra Mundial, y estuvieron marcados por dos crisis mundiales del petróleo. El mundo relojero padeció su propia crisis con la llegada del cuarzo. Apenas unas pocas firmas impenitentes siguieron creyendo en la relojería mecánica y Audemars Piguet era una de ellas. Durante esos años también surgieron nuevos movimientos de liberación.
Jacqueline Dimier fue una de las primeras mujeres en ocupar el puesto de directora de diseño de productos de Audemars Piguet, de 1975 a 1999.
Instalada en Ginebra, había trabajado para muchos grandes nombres antes de incorporarse a Audemars Piguet. Su primera misión fue revisar el Royal Oak, un modelo para hombre que había alcanzado cotas sin precedentes. Su misión consistía en transformarlo en un reloj para mujer. «No fue fácil», recuerda. «El reloj apenas tenía cuatro años, y era sumamente masculino. El encargo de adaptar una de las creaciones legendarias de Genta fue intimidante. Mi idea era mantener su carácter como reloj y concentrarme en las proporciones. Quería que el reloj siguiese siendo grande, pero eso no estaba en absoluto de moda entre las mujeres.» La diseñadora logró captar el lado femenino del modelo original de Gérald Genta cuyo característico diseño de caja y brazalete de acero remitía a las facetas de un diamante.
Jacqueline Dimier redujo el diámetro de la caja a 29 mm y mantuvo los ocho tornillos visibles en el bisel octogonal de acero inspirado en una escafandra de submarinismo, sin duda dos de los rasgos más emblemáticos del Royal Oak.
El encargo de adaptar una de las creaciones legendarias de Gérald Genta fue intimidante. Mi idea era mantener su carácter como reloj y concentrarme en las proporciones. Quería que el reloj siguiese siendo grande, pero eso no estaba en absoluto de moda entre las mujeres.
Jacqueline Dimier
Directora de diseño de productos de Audemars Piguet de 1975 a 1999
En los años 70, los relojes para mujer estaban hechos de materiales nobles (oro o platino), así que el primer modelo Royal Oak femenino supuso una ruptura total de los códigos de diseño, mientras que la masa oscilante de oro de 21 quilates añadía otro toque muy poco habitual. Jacqueline Dimier dejó su huella en la esfera con un monograma AP de oro blanco situado a las 12 horas. Audemars Piguet eligió para el nuevo reloj el calibre 2062, un movimiento de apenas 15,4 mm de diámetro, una auténtica obra maestra de la miniaturización. Contraviniendo la tradición, no se presentó en la Feria de Basilea sino en París, en la boutique de joyería Fred. El éxito del Royal Oak para mujer sobrepasó las expectativas hasta tal punto que los talleres tuvieron problemas para satisfacer la demanda. En 1977, la marca lanzó modelos de oro amarillo y bicolor.
Pero la historia de Audemars Piguet y las mujeres empezó mucho antes, y se remonta a los orígenes de la Manufactura en 1875. Desde el principio, Audemars Piguet creó relojes para mujer engastados con piedras preciosas, perlas o esmaltes que se podían llevar como pendientes, anillos o broches. Todos los relojes para mujer diseñados por Audemars Piguet eran especialmente pequeños. Cada modelo desafiaba a los límites de la creatividad y la miniaturización de la Manufactura. Uno de los primeros relojes para mujer de Audemars Piguet era un broche de oro amarillo con movimiento provisto de repetición de minutos y una delicada caja con 22,6 mm de diámetro vendido en 1897.
Dando un paso adelante en la historia del siglo XX, las artes decorativas florecían y el estilo Art Déco resulta evidente en las formas geométricas de varios relojes para mujer. Había una época en la que el doloroso recuerdo de la Primera Guerra Mundial orientó a las personas hacia el crecimiento y la modernidad. Audemars Piguet interpretó a la perfección esa tendencia con sus diseños esbeltos y creativos.
Este período fue realmente clave en la historia de los relojes de pulsera, y los modelos para mujer desempeñaron un papel imprescindible en su crecimiento y desarrollo. Desde entonces, la marca jamás ha dejado de hacer brillar a las mujeres creando modelos que capturan el «zeitgeist» de cada una de las décadas.
Por ejemplo, la colección Millenary, dedicada a las mujeres de 2015 a 2020, incorporaba una caja elíptica con una esfera multifacetada que revelaba parte del escape. Se trata de una forma elegante de reconocer el hecho, con frecuencia ignorado, de que a muchas mujeres también les gustan los mecanismos bellos. Como contraste y en homenaje tanto a las clientas como al arte del engastado, Audemars Piguet lanzó una colección alta joyería en 2013. En 2016, la colaboración de Audemars Piguet con la diseñadora de joyas florentina Carolina Bucci permitió renovar el Royal Oak con un diseño conmemorativo del 40 aniversario del modelo para mujer. De esta forma nació el Royal Oak Frosted Gold, con su reluciente diseño de caja y brazalete de oro martillado y efecto de polvo de diamante.
Pero el episodio más reciente de la historia de amor entre Audemars Piguet y las mujeres quizás sea el Code 11.59 by Audemars Piguet. Este reloj unisex combina las sensibilidades masculina
y femenina en una caja a la vez redonda y octogonal que permite narrar a la perfección el itinerario creativo de la Manufactura desde sus inicios.
En 2016, la colaboración de Audemars Piguet con la diseñadora de joyas florentina Carolina Bucci permitió renovar el Royal Oak con un diseño conmemorativo del 40 aniversario del modelo para mujer.